Módulo 2. Los retos de los entornos artísticos inclusivos

Introducción

Nuestra sociedad se enfrenta a numerosos retos. Los que tienen que ver con la inclusión figuran entre los más relevantes. Los entornos artísticos pueden ser lugares de exclusión: por eso es pertinente conocer los retos de los entornos artísticos inclusivos. La accesibilidad de los museos significa no sólo acoger a todo tipo de visitantes, independientemente de su perfil, sino también hacer que el contenido sea comprensible para ellos.

En los últimos años, las comunidades del diseño y la arquitectura se han volcado cada vez más hacia la diversidad y las condiciones humanas, prestando atención al desarrollo de diferentes enfoques de diseño destinados a tenerlas en cuenta durante el diseño (Heylighen, Van der Linden, & Van Steenwinkel, 2017).

Crear un entorno artístico inclusivo es importante por diferentes razones. En primer lugar, es importante hacer avanzar a la sociedad en su conjunto hacia los valores de inclusividad y accesibilidad. En segundo lugar, el diseño inclusivo afecta a diferentes escalas del entorno construido, que es un entorno que experimentamos todos los días en nuestra vida cotidiana.

Además, para el propio mundo del arte, es importante para llegar a un público cada vez más amplio. Por último, pero no por ello menos importante, los entornos artísticos inclusivos y accesibles son plataformas relacionales y facilitadoras de la ciudadanía, generando un sentimiento de pertenencia que permite superar las barreras físicas, geográficas y culturales.

Ser un entorno artístico inclusivo puede plantear varios retos. Esto se debe a que la inclusión está relacionada con un conjunto heterogéneo de personas que tienen diferentes necesidades con varias características para ser inclusivos.

¿Qué?

Los retos de los entornos artísticos inclusivos nos ayudan a identificar y superar las “limitaciones” que durante demasiado tiempo han creado una profunda brecha entre el disfrute del bien común y el mundo que permanece aislado debido a barreras arquitectónicas, cognitivas y sensoriales. Los retos relativos a los entornos artísticos inclusivos se encuentran en las diversas características que deben incluirse para que lo sean.

De hecho, los entornos artísticos deben ser inclusivos en muchos sentidos. Las barreras y los impedimentos pueden ser muchos y variados. Pueden ser barreras físicas, culturales o sensoriales.

–  Barreras físicas

Un reto importante es la inclusión física. De hecho, los espacios deben ser físicamente accesibles para todos. Desde las personas con algún tipo de discapacidad física hasta los cochecitos de niños o las sillas de ruedas. La inclusión física, por ejemplo, de un museo no sólo se refiere a la accesibilidad de los espacios dentro del museo. Como las salas, el baño, el patio de comidas. Sino también la zona colindante, la calle exterior, y la posibilidad por tanto de llegar y acceder al museo. La accesibilidad para los visitantes con discapacidad significa que los museos y las instituciones tienen que ofrecer igualdad de acceso y servicios a sus sedes para todo tipo de público.

–  Barreras culturales y de fondo

Otro reto importante para la inclusión es el de la accesibilidad intelectual. De hecho, las personas pueden tener diversidad a la hora de acceder a la información y procesarla. Existen diferentes formas de desigualdad. Muchas están relacionadas con factores externos que encontramos en la sociedad. Pueden estar relacionadas con la situación económica o el origen geográfico.

Esto puede dar lugar a un acceso diferente a algunas formas de cultura. De hecho, como cualquier otra cosa, acercarse a un entorno artístico es algo que se aprende. Uno de los retos para que estos lugares sean inclusivos es permitir que todo el mundo tenga acceso, más allá de sus condiciones de partida. Esto significa prestar atención al hecho de que no todo el mundo empieza con los mismos conocimientos. Por tanto, hay que tener en cuenta tanto los aspectos de esta sociedad multicultural como la existencia de desigualdades económicas y de acceso a la cultura.

Aquí, la información aditiva puede ser importante. Puede ser sobre la trayectoria del artista, el contexto sociocultural, la corriente artística. Y también sobre las técnicas pictóricas utilizadas, el material de la obra.

–  Barreras sensoriales

Las barreras pueden afectar a distintos sentidos. Y esto nos lleva a la consideración de que el arte puede apreciarse y entenderse no sólo con la vista. De hecho, existen varias soluciones para que las personas con distintas discapacidades puedan acercarse al arte. Por ejemplo, la presencia de audioguías o videoguias en lenguaje de signos. Para las personas con deficiencias visuales, además del audio, puede ser importante tener la posibilidad de utilizar el tacto. Esto es posible con la creación de catálogos en braille, descripciones en braille de las obras, o la presencia de obras en 3D que pueden tocarse y tener una experiencia sensorial diferente del arte.

También se puede crear un mapa sensorial, para ayudar a las personas con espectro autista. Así que puede ser útil tener un mapa sensorial antes de entrar en el museo para ser conscientes de los espacios, luces, sonidos, lo que van a encontrar en general.

La digitalización como solución flexible:

La pandemia y la inaccesibilidad a múltiples lugares nos ha permitido, sin embargo, replantearnos nuevas formas de hacer accesible la cultura y posibilitar una nueva forma de disfrutar de los museos y la cultura. La digitalización de los materiales museísticos puede suponer un avance interesante en la accesibilidad de los museos. De hecho, puede proponer una solución flexible. Hacer uso de lo digital puede significar ampliar las posibilidades de información. Las personas tienen así acceso a material adicional. Además, lo digital ofrece la posibilidad de llegar a más personas, incluso fuera del área geográfica del museo. Así pues, lo digital permite salvar distancias, tanto físicas como culturales.

¿Cómo?

El objetivo puede ser poner en marcha acciones estratégicas que garanticen vías inclusivas para todos, teniendo también en cuenta la evolución de las nuevas tecnologías.

Dado que existen distintos tipos de barreras, también puede haber distintos tipos de soluciones para afrontar los retos de los entornos artísticos inclusivos.

En cuanto a los retos para la inclusividad física es importante:

• Controlar y hacer accesibles los espacios exteriores al entorno artístico;
• Controlar y hacer accesibles los aseos dentro del entorno artístico;
• Controlar y hacer accesibles los espacios interiores de exposición del entorno artístico;
• Se puede crear un sendero en el suelo para personas con discapacidad visual que indique el recorrido de la visita.

En cuanto a los retos para la inclusión cultural, es importante:

• Añade información sobre el material artístico;
• El material propuesto debe tener un nivel de lenguaje y sintaxis accesible y fácil de entender;
• Haz también accesible la parte digital (si la hay) para todos los públicos.

En cuanto a los retos para la inclusión sensorial es importante:

• Recordar que cada individuo puede tener una sensibilidad sensorial diferente;
• Ofrecer videoguias en lengua de signos;
• Proponer guías en braille, por ejemplo, creando catálogos;
• Proponer guías auditivas para acompañar al espectador;
• Se puede elaborar un mapa sensorial para que todo el público esté preparado para participar.

Llamamiento a la acción

Ejercicio 1

Se pueden llevar a cabo varias iniciativas para superar los retos de los entornos artísticos inclusivos.

Intenta acercarte a un entorno artístico imponiéndote una de las barreras anteriores, por ejemplo, puedes vendarte los ojos, o ponerte tapones en los oídos, o incluso utilizar muletas o una silla de ruedas.

Marca en un bloc de notas todas las veces que encuentres un obstáculo para disfrutar de cualquier aspecto en el entorno, y marca todas las veces que te veas obligado a pedir ayuda.

Intenta hacer una lista de las cosas que podrías necesitar o mejorar tu experiencia en ese momento, haciéndola accesible.